lunes, 22 de julio de 2013

Caul es tu Cuerda

Cual es tu cuerda ?

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua
inició su travesía, después de años de preparación, pero quería
la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a
subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar,
sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima. Le obscureció,
la noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía
ver absolutamente nada.
Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas eran
cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros
de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad
vertiginosa, solo podía ver veloces manchas cada vez más oscuras que
pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por
la gravedad.
Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su
mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba
a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón tan fuerte que casi lo
parte en dos...
¡SI!, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de
seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de
la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más
que gritar:
- AYUDAME DIOS MIO...
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
 ¿QUE QUIERES QUE HAGA HIJO MIO?
Sálvame Dios mío;
 ¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?
 Por supuesto, Señor
 ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE...
Hubo un momento de silencio y quietud.  El hombre se aferró más a la
cuerda y reflexionó...
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un
alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una
cuerda... A TAN SOLO DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tú? ¿Que tan confiado estas de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?